domingo, 12 de diciembre de 2010

Realidad Nacional: bases teóricas y conceptualizaciones básicas

Los intereses de la sociedad dividida en clases sociales conducen a ciencias sociales acríticas y críticas, en las que prevalecen los puntos de vista de los intereses de la clase que detenta el poder. Cuando los grupos de poder no pueden sostener lo insostenible, descategorizan a las ciencias sociales, de tal forma que la adocenan. De este modo, si las ciencias sociales, permiten el mejor estudio de la realidad, para una mayor objetividad, es menester que dicho estudio asuma el punto de vista de la clase cuyos intereses permiten el desarrollo de la humanidad: el proletariado.
En nuestro país, uno de los grandes problemas que se tiene para entender la realidad peruana, es que los científicos sociales formados en nuestras universidades, son mediatizados por los científicos sociales que sirven eficientemente al poder globoimperialista. De tal modo, que tenemos por ejemplo, antropólogos que no entienden la cultura producida en nuestro medio, tenemos sociólogos que no entienden la sociedad, psicólogos que no estudian la psicología de los peruanos, filósofos preocupados por resolver problemas no relevantes, historiadores descriptivos, profesores que no aprendemos ni enseñamos.
Zubritski, sostiene que pueblos como los nuestros no pueden desempeñar el papel que les corresponde en la marcha de la historia de la humanidad porque la historia ha sido objeto de tergiversación y falsificación por parte de los estudiosos burgueses . (1979: 3)
La realidad peruana no puede ser abordada objetivamente, porque los científicos sociales que la estudian no pueden desligarse de su ser social y su conciencia de clase a la que pertenecen. Basta hacer una comparación entre los estudios de Mariátegui y Belaúnde, para darnos cuenta de la diferencia de los enfoques y de la intención que guía cada análisis e interpretación de la realidad peruana.
El problema de las ciencias sociales no es que el investigador sea subjetivo, sino es la relación entre esa subjetividad y las necesidades sociales de la mayoría de la humanidad con la finalidad de resolver los problemas del comportamiento humano para lograr una convivencia armoniosa y digna.
Es oportuno establecer que la realidad peruana, debe ser comprendida también, como parte de la realidad mundial.
El problema de la comprensión de la realidad peruana requiere pues, de ciencias sociales que tenga como punto de partida nuestra realidad y a partir de ella, se convierta en teoría. Requiere además, resolver desde una postura filosófico científica, el problema de la comprender críticamente nuestra verdadera historia, toda vez que somos un pueblo cuya historia ha sido narrado por nuestros verdugos, estrategia que se utiliza para sojuzgar a los pueblos despojados.
Ciertas circunstancias históricas permitieron desarrollarse sentimientos de peruanidad, expresado por los científicos sociales más esclarecidos, que asumieron el punto de vista de los que sobrevivimos esta invasión.
Pero la interpretación de la realidad peruana seguirá siendo un problema, mientras no sea solo objeto de estudio, análisis e interpretación de los que nos ayudaron a abrir los ojos para observar lo que se oculta a nuestros sentidos y pensamiento, sino, que tiene que ser objeto de estudio, análisis, interpretación y transformación por parte de nosotros, los hijos e hijas de los pueblos andino amazónicos costeños.

Realidad . Es aquello que realmente existe y se desarrolla, contiene en si misma su propia esencia y sus propias leyes, así como los resultados de su propia acción y desarrollo. Tal realidad es la realidad objetiva en toda su concreción. En este sentido la realidad se distingue no sólo de lo aparente, imaginario y fantástico, sino además, de lo que es solamente lógico (concebido), aunque esto último sea por completo justo; también se diferencia de todo lo que es sólo posible, probable, aunque no exista. (Rosental, 1985: 507)

Lo nacional.
Las bandas primitivas que llegaron a nuestro territorio, dieron origen a la organización comunal denominada ayllu. La unión de diferentes ayllus posibilitaron unidades colectivas de carácter tribal y más tarde formaron verdaderas naciones . (Lumbreras, 1988: 18)
Lumbreras no distingue entre nación y nacionalidad. La nacionalidad es una comunidad que a diferencia del ayllu, que se basa en vínculos de consanguinidad y defensa del trabajo colectivo, en cambio la nación se caracteriza por la presencia de un mercado común. Este mercado común es el que le da estabilidad. Son los vínculos económicos los que agrupan en un todo único a los hombres que pueblan un territorio y hablan la misma lengua. En el proceso de desarrollo económico y político se forma también la comunidad psicológica de esos hombres, que se revela en las tradiciones históricas y en las particularidades de su cultura y género de vida. (Afanasiev, 1973: 268)
Esta nacionalidad peruana que estaba construyéndose, fue destruida por los invasores españoles europeos, y sobre esta organización colectiva y sin fusionarse, superpusieron una organización colonial depredadora.
Posteriormente, al no existir objetivos comunes entre europeos, sus descendientes criollos y los miembros de las nacionalidades andino amazónicas costeñas, la denominada independencia del Perú, significó la continuación de la preeminencia de unos pocos individuos, miembros de la nacionalidad criolla (Montoya, 2009), que explotaron con mayor crueldad y excluyeron de la construcción de la nacionalidad, a la inmensa mayoría de peruanos (Mariátegui, 1975: 30) -de nacionalidades andino amazónicas-, que a pesar de esta exclusión y explotación, todavía sobrevivimos.
Las distintas nacionalidades que forman parte de lo que se denomina Perú, venimos siendo desarticuladas, con la finalidad de permanecer como nacionalidades primario exportadoras. Se ha desenvuelto aquí un capitalismo comprador, enfermo y parasitario dirigido por los descendientes de los criollos.
Si sabemos que las naciones son producto del desarrollo del capitalismo, cuya característica fundamental es la existencia de un mercado único, en el Perú, que hasta la década de los 60, la organización de la producción, era predominantemente feudal y colonial, las clases dominantes no pudieron construir la nación peruana y no podrá construirla por su sujeción al imperio y su incapacidad para ser una burguesía empresarial. La nación peruana podría constituirse, si la inmensa mayoría de peruanos andino amazónicos costeños, accedemos a la técnica, al conocimiento científico, y asumimos el protagonismo político para conquistar el poder y dirigir la convivencia productiva de los (as) peruanos (as).


Lo peruano.
Lo peruano, e el tema de la peruanidad, es un producto occidental. Los españoles innovaban los nombres de los lugares, según se estado de ánimo. Siendo la peruanidad un producto español, obviamente, la relación de identidad del peruano para con el Perú, se va a expresar de diferentes modos. Por un lado, el peruano colonial feudal, propietario de hombres y mujeres, tierras, herramientas, fábricas, poder, etc., y por otro lado, el peruano desposeído, el peruano objeto, privado no sólo de la peruanidad, sino, fundamentalmente de la propiedad de la tierra y de las posibilidades de conquistar el poder.
La peruanidad como se puede ver es una imposición de los aristócratas criollos al resto de nacionalidades locales. Sin embargo, hoy, existen condiciones para plantear una nueva peruanidad, más democrática, más humana.
Como se sabe, los seres humanos tenemos una relación sentimental y racional con las personas con las que convivimos, la tierra en la que nacemos, vínculo que metafóricamente podría representarse como una especie de cordón umbilical con la tierra, cuando se viaja por distintos lugares del país, se ven los árboles, los pájaros, las personas, como productos del planeta tierra, como que si la tierra los pariera. Luego si pensamos en la muerte, constatamos que todo lo vivo, tiene que morir y la generosa tierra, parece volver a recibirnos.
Lo peruano es una construcción pensada, sentida y actuada, por las personas que comparten su coexistir en esta pequeña parte del planeta, que por limitaciones de entendimiento humano, llamamos hoy Perú.
El peruano se sabe parte integrante del universo, sabe que no es propietario y que su función es cuidar el universo. El runa es una chakana importantísima, un puente cósmico imprescindible, aunque de ninguna manera el único, ni el primero. Como tal tiene una función de mediación… a través de celebraciones y rituales como actos gnoseológicos y éticos de primer rango. (Estermann, 1998: 198)
Peruano (a), es aquel (lla) persona que fundamentalmente ama a las personas que convivimos en esta parte del planeta tierra -puede haber o no nacido en estas tierras-, que utiliza sabiamente los recursos naturales de esta parte del planeta, que defiende con su vida estos recursos, el trabajo colectivo invertido en la construcción cultural y se proyecta a desarrollar su personalidad creando una cultura planetaria y universal.
No es peruano (a) quien no ama a los peruanos (as), quien no produce ciencia y tecnología, no defiende su identidad cultural, depreda los recursos, denigra al país con sus ideas, sentimientos y actos, e impone por medios violentos y a veces pacíficos productos culturales ajenos, con la finalidad de atrofiar el desarrollo de nuestra personalidad. No es peruano (a), quien reduce la peruanidad al amor del territorio, un símbolo, una bandera o un arma.
En conclusión, cualquiera persona puede ser peruano (a), el requisito fundamental es que se ame, que se valore de tal modo que su pensar, su sentir y actuar, le permita valorar a las otras personas que han nacido en esta parte del planeta, que ame, valore y defienda a esta parte del territorio, sus recursos geográficos, su paisaje, su historia, su ciencia, su técnica, sus buenas costumbres, los actos extraordinarios, sus buenas ideas, los mejores sentimientos, su porvenir.
Peruano (a) es quien de forma libre, consciente y responsable, colectiva y solidariamente coadyuva en la construcción de la felicidad de las (os) peruanos (as).

Con estas consideraciones se define la realidad peruana como todo aquello que realmente existe y se desarrolla en el país, contiene en si misma su propia esencia y sus propias leyes, así como los resultados de su propia acción y desarrollo, que sucedió, sucede y sucederá.
Es la totalidad de medios, hechos, situaciones y fenómenos contradictorios, interrelacionados e interactuantes, cualitativos y cuantitativos, actuales y potenciales que presenta el Perú, como producto de su devenir histórico.